domingo, 19 de abril de 2009

Yo voto por vivir

Cuando el sol quiebra la línea del horizonte, dicen que los ángeles son los únicos que logran escuchar la música que acompaña el milagro del nuevo día.

Cuando encontramos un abrazo incondicionalmente extendido hacia nosotros, únicamente seremos dignos de él si somos capaces de corresponderlo con los brazos abiertos desde el alma.

Cuando tenemos un hombro amigo sobre el cual ahogar las penas, es preciso no abusar de su solidaridad con lamentos superfluos, ya que posiblemente se habrá agotado para cuando el dolor nos agobie realmente.

Cuando un hombre nos enseña el camino hacia sus rincones más íntimos, las mujeres hemos de recorrerlo con suavidad y ternura, pues no hay nada más trémulo que un corazón despojado de su armadura de hierro.

Cuando dos amantes se miran a los ojos, jamás deben velar su mirada con el antifaz del orgullo, pues no existe placer más grande que el originado por el beso de las almas desnudas.

Cuando el silencio de la noche se quiebra suavemente con una confesión antiguamente guardada, se debe escuchar atentamente para percibir el suspirar de un alma que se libera.

Cuando se vive, se ama, se cree, se sueña, se llora, se goza, se canta, se sufre, se intenta, se falla, se yerra, se acierta, se pierde, se gana, se teme, se calla, se habla, se sana, se parte, se vuelve, se espera, se logra, se cree, se desconfía.

Cuando se mira pasar la vida, simplemente se aguarda.Yo voto por vivir, a pesar y por todo lo que eso implica. Vivir, aunque se nos vaya la vida en ello. Aunque todo lo que nos quede al final no sea más que la satisfacción de no habernos dejado vencer por el miedo a dar un paso adelante. Aunque nada sea como lo soñamos, aunque nunca llegue quien estamos esperando, aunque nos toque padecer de vez en cuando, porque "la muerte está tan segura de su victoria, que nos deja toda una vida de ventaja".

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